De la huerta a la mesa: la selección de nuestras patatas

La elaboración de la patata frita puede parecer un proceso de elaboración sencillo, pero no es así, ya que hay diversos factores a tener en cuenta para elaborar unas patatas fritas de calidad: la variedad de patata, el aceite con el que se elabora, la temperatura y el tiempo de fritura, etc.

Por tal motivo, en Patatas Fritas Maribel, llevamos más de 30 años elaborando patatas fritas procurando seleccionar las mejores materias primas para llevar a la mesa un producto selecto, tan bien valorado por aquellos quienes prueban nuestras patatas fritas artesanales.

Para ello, cada año nos lanzamos al campo para elegir las mejores patatas fritas para freír, visitando de primera mano a los agricultores de patatas locales, para así seguir todo el proceso por el que pasan las patatas desde que se cultivan hasta que se fríen. Con el fin de garantizar la calidad de nuestro producto, apoyar la producción nacional y la agricultura ecológica, sostenible y de proximidad, firmamos cada año acuerdos con los agricultores que nos brindan las mejores materias primas.

Posteriormente, tras la recepción de las patatas nuevas en nuestras instalaciones, antes de proceder a su corte y fritura, seleccionamos las patatas manualmente y las limpiamos de cualquier desperfecto o impureza, utilizando así patatas en perfecto estado, textura, color y tamaño, incluyendo para ello, un equipo humano durante todo el proceso.

No cualquier variedad de patata vale para la fritura; tampoco las patatas deterioradas por el tiempo, lo que marca la diferencia en la calidad de nuestras patatas.

Tras el cribado de las patatas, las patatas son fritas en aceites de calidad seleccionados para cada producto, bien sea aceite de girasol alto oleico para nuestras patatas fritas tradicionales, aceite de oliva virgen extra para las patatas fritas gourmet o aceite de oliva virgen extra ecológico para nuestra gama de patatas fritas ecológicas. Para que las patatas tengan la textura ideal, conserven sus propiedades y sean más saludables, son sometidas a un proceso de fritura a bajas temperaturas y fritura lenta.

Acabado el proceso de fritura, eliminamos a mano todas las patatas fritas que puedan haber recibido un exceso de fritura o presenten peor aspecto, evitando que nuestros consumidores no puedan disfrutar plenamente de la experiencia de comer un producto tan cuidado. Acto seguido, son aderezadas al punto de sal o sin esta, haciéndolas adecuadas para todos los consumidores.

Finalmente, las patatas fritas son envasadas en atmósfera protectora, para garantizar la calidad, sabor y frescura de las patatas fritas hasta llegar a la mesa

Gracias a que tenemos una flota de transporte propia para repartir en Andalucía, Extremadura y Murcia, podemos cuidar y mantener la frescura de nuestras patatas hasta que llegan a nuestros clientes cada semana.

Si desea saber más del proceso de elaboración de las patatas fritas Maribel, puede verlo en el reportaje que realizó Andalucía Directo.